
Ningúno Sale Ganando ante una Guerra Arancelaria
Implicaciones de una Guerra Arancelaria
Una guerra arancelaria ocurre cuando dos o más países imponen tarifas o impuestos sobre las importaciones de productos del otro, como respuesta a las medidas comerciales adoptadas. Esta guerra arancelaria generalmente conduce a una reducción del intercambio comercial entre las partes.
Hoy en día es un tema muy sonado pero es el caso que en este y tomar decisiones de este tipo de imponer aranceles a los productos en general o en particular de un determinado país, no lleva a ninguna mejoría, esto es, salen perdiendo las dos parte; esto es así, ya que el país que los impone dentro de su mercado de inmediato a la entrada de estos mayores aranceles tiene una repercusión en el encarecimiento de ese producto demandado, que es complemente dentro de su economía productiva, por carecer de este en producción nacional o porque es más barata su producción o fabricación en ese país de origen al que se le impuso el arancel mayor, por lo cual, provocará que el poder adquisitivo del consumidor de esa mercancía extrajera del país castigado, se consuma en menor cantidad.
Con esta menor cantidad de consumo, es cuando se dará el efecto en el país de producción o fabricación de la mercancía castigada con la imposición del arancel, ya que, el país de origen de esta o estas mercancías ya no producirá o fabricará cantidades las cuales eran con destino el país consumidor que coloco esos aranceles elevados, por lo cual, disminuye la producción o fabricación local del país y repercute en la entrada de divisas extranjeras a la empresa y al país; por lo cual, puede provocar el despido de trabajadores pues ya no hay la demanda suficiente para tener tantos trabajadores. Así como el país a no entrar esa divisa extranjera extra pro las exportaciones así ese país que nos castiga entonces disminuye su ingreso del extranjero, repercutiendo en su economía.
Si esto le agregamos que el país que nos impone esos aranceles elevados tiene firmado un tratado comercial de libre comercio, entonces son dos economías que se complementan y que ambas o los países involucrados se beneficias, de algo que fue lo que negociaros en las platicas y rondas de la negociación para dejarlo plasmado en un tratados que para los países miembro es ley, por lo cual, debería demandarse en solución de controversias del tratado comercial y no por un simple capricho o presión imponer aranceles de la noche a la mañana ya que para todos hay consecuencias.
No basta con responder con una política agresiva de arancel por arancel, pues como dijo Mahatma Gandhi “Ojo por Ojo y el Mundo se Quedará Ciego”; pues si en su momento se complemento el mercado al abaratar el producto por la mano de obra barata o porque en este país por sus condiciones geográficas se produce o fábrica más esa mercancía entonces, el país que recibe esas mercancías busca intercambiar mercancías en donde es fuerte productor o fabricante a precios competitivamente bajos al del país destino de exportación y así se complementan las economías; o acaso todos los países o uno en particular en este mundo global es autosuficiente.
Puede ser una política comercial esta guerra de los aranceles para medir fuerzas de un país más poderoso económicamente, aunque de antemano tendrá daños colaterales es sus consumidores locales, para aplastar o destronar a ese país en un sector productivo en particular; cuando la tendencia es buscar producción a un menor costo; pienso que es lo que pretende Estados Unidos de America con su actual dirigente en la presidencia, en donde de una manera completamente pasional, para apretar y conseguir cosas a cambio en otras aspectos, como migratorios, tráfico de drogar y entonces pretende hostigar con tales amenazas pero en donde su propio congreso le pide que recapacite, pues ellos si ven económicamente que quien pagará el precio es sus consumidores y el perder el poder adquisitivo en su territorio, lastima que estemos ante ideas tan radicales, para lograr otros objetivos por medio de la extorsión.